Llega un año más el verano y hay que pasarlo sin complicaciones, el paciente diabético debe tener en cuenta que su enfermedad no se toma vacaciones, ni ferias, ni fines de semana. Lamentablemente, requiere de un cuidado diario, incluso cuando uno se toma unos días de descanso.
Si bien la enfermedad no constituye un obstáculo para realizar ningún tipo de viaje, en el momento de planificar las vacaciones, los diabéticos deben seguir los siguientes consejos:
– Hacer una consulta con el médico antes de irse, para asegurarse que la enfermedad está controlada.
– Pídale a su médico una lista con el nombre de los medicamentos que toma, para que pueda conseguirlos en su destino vacacional.
– En el momento de preparar la maleta no se olvide:
* Una tarjeta que le identifique como diabético. Recuerde llevarla en cada viaje o excursión que realice. Además, en ella deberán figurar sus datos, los de algún familiar y los del profesional que le está tratando, para avisar en caso de emergencia.
* Documentos personales, incluyendo la tarjeta sanitaria.
* Medicación: insulina o antidiabéticos orales. No hace falta conservar la insulina en frío. Ésta mantiene buenas condiciones a temperatura ambiente durante varios meses. Sólo asegúrese de que la temperatura en la que se encuentra esté entre -2 y 32º C.
* Bolígrafos y agujas para la aplicación de insulina.
* Medidor de glucosa y cetonas, con sus respectivas tiras reactivas para glucosa en sangre, glucosuria y cetonuria.
* Alimentos para posibles hipoglucemias: sobre todo para el viaje (caramelos, azúcar, zumos, etc.).
* Glucagon: si su médico le indicó el uso.
* Material para su atención: algodón, alcohol, apósitos.
* Calzado cómodo y apropiado para evitar lesiones en los pies. Evite llevar calzado nuevo. No camine descalzo. No olvide los accesorios para el cuidado de sus pies.
Si va a viajar en avión, asegúrese de llevar todas estas cosas que son sumamente necesarias en el equipaje de mano y no en el que se factura para la bodega.
Si va a viajar conduciendo un vehículo, primero deberá controlarse la glucosa y planificar las comidas para evitar una posible hipoglucemia. Si siente algún síntoma de que le está bajando el “azúcar”, estacione el vehículo y resuelva esta situación. No continúe el viaje hasta que no esté seguro de que esta complicación se ha resuelto y de que su glucemia se encuentra ya en valores lo más cercanos a lo normal posible.
Si va a viajar en autobús, tren o avión, tenga en cuenta que el horario en el que se sirve la comida o se haga una parada, puede no coincidir con sus necesidades. Por lo tanto, además deberá de tener a mano alimentos que le permitan evitar hipoglucemias (galletas, pan, sándwich, fruta, etc.).
Una vez que llega a su destino, sobre todo, DISFRUTE. Pero también conserve sus hábitos saludables: haga buenas y apropiadas elecciones de comidas y no deje de hacer actividad física. Probablemente al principio tenga algunas descompensaciones por los cambios de horarios. En este caso, aumente su frecuencia de controles glucémicos para adaptar el tratamiento a esta nueva situación y…
…MUY FELICES VACACIONES
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