Los diabéticos no somos un peligro al volante!!

Esto no es un comentario sino una afirmación y con bastante rabia, de todos los diabéticos.

El actual Reglamento General de Conductores (R. D. 7 72/1997) que regula el permiso de conducir, es claramente discriminatorio para las personas con diabetes ya que nos obliga a renovarlo cada año o seis meses (según los casos) sin tener en cuenta la evolución de la ciencia médica, ni el perfeccionamiento de las técnicas de autocontrol, ni la actualización de la cultura de los afectados que en los últimos años nos ha modificado positivamente la calidad de vida.

En la sociedad actual todavía existe gran ignorancia o serios prejuicios sobre la diabetes. De ello tampoco se escapan nuestros representantes en los organismos públicos, o en este caso en la Dirección General de Tráfico. Sólo las personas que convivimos con la diabetes, conocemos que con unos controles serios y razonables el equilibrio metabólico es posible, y ello permite la total igualdad con el resto de la población en cualquier ámbito social.

La Dirección General de Tráfico, en su día, se dejó llevar por prejuicios obsoletos, por informes claramente incompletos y, como siempre, sin dialogar con el administrado o sus representantes. Este diálogo hubiera demostrado que la persona con diabetes no supone un peligro a la hora de conducir un vehículo, tal como afirma el informe del Dr. K. M. Macleod (Inglaterra, 1998).

Las personas con diabetes exigimos un trato igualitario y respetuoso, que evite la discriminación en el momento de obtener o renovar el permiso de conducir, cuya aptitud es tratada impersonalmente, en lugar de tener en cuenta las condiciones biomédicas y personales de cada uno. No es la simple condición de persona con diabetes, sino el tipo y el grado de posibles complicaciones las que deben definir el grado de capacidad para conducir vehículos. La corta periodicidad, impuesta legalmente de forma drástica e injusta, requiere un mayor rigor e incluso personalización sí fuera necesario.

En 1997, al no ser consultados, no se nos permitió aportar a la concepción del Reglamento ninguno de nuestros argumentos o razonamientos.

Ahora, conscientes de que existen cauces y procedimientos para conducir las quejas generalizadas, nos vemos obligados a iniciar una campaña ciudadana para que se introduzcan las modificaciones que eliminen la injusta discriminación que nos ha sido impuesta arbitrariamente.

Pedimos a las personas con diabetes, a sus familiares y amigos, a toda la población en general y a entidades ciudadanas que nos apoyen en esta reivindicación y nos expresen su adhesión

F.E.D.E. (Federación de Diabeticos Españoles)

Como comentario y apoyo a este manifiesto de nuestra federación, quiero hacer las siguientes consideraciones para demostrar la irracionalidad actual articulado :
¿Como es posible que a un colectivo que se le minusvalua con prohibiciones se le grave con un incremento como mínimo del 250 % en costes para la obtención de su carné.?

Cuando un medico te hace el informe, «te ve ese momento», es decir no tiene ni idea para informar a Tráfico del estado de la persona que ha examinado; y si algún doctor me dice que si, yo no me pondría en sus manos como su paciente.

Por lo dicho anteriormente pedimos:

La rápida modificación de este Reglamento para darnos un igual trato que a los demás ciudadanos.
Que los informes los realice el médico que nos atiende normalmente y de forma gratuita.

Que no nos oponemos a presentar ese informe con la cadencia que se estime pero si a la renovación del resto de papeleos ( Que no nos cambia la cara todos los años por ser diabéticos!!)

Ante la injusticia que supone, creo que se impondrá el sentido común y no hará falta gastar mas tinta.

Juan Antonio Illescas Tamaral
Presidente de la Asociación de Diabéticos de Getafe